Futuro

En una era marcada por la Inteligencia Artificial (IA), los datos masivos y la automatización de decisiones, las empresas ya no pueden permitirse innovar sin un marco ético robusto. Por ello, ha surgido una figura clave en las organizaciones más avanzadas del mundo: el Chief Ethics Officer (CEO) o Director de Ética. Su presencia ya no es una opción idealista, sino una necesidad estratégica.

En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) transforma industrias, gobiernos y sociedades, garantizar su uso ético se ha convertido en un imperativo global. Sin embargo, muchas empresas carecen de herramientas concretas para evaluar y demostrar su compromiso con los principios éticos. THE INTELLIGENCE INSTITUTE responde a esta necesidad con su Curso Superior Ética e Inteligencia Artificial, que incluye un Modelo de Informe de Auditoría de Cumplimiento Ético en IA descargable, diseñado para facilitar el trabajo a profesionales y organizaciones.

En las últimas décadas, la potencia de cálculo ha experimentado un crecimiento explosivo, lo que ha llevado a una revolución en la forma en que se desarrollan y utilizan las tecnologías de inteligencia artificial. En la década de 1980, las primeras computadoras personales comenzaron a aparecer en el mercado, con procesadores que ejecutaban millones de instrucciones por segundo (MIPS). Sin embargo, en la actualidad, las supercomputadoras pueden realizar cálculos a una velocidad de exaflops, es decir, un billón de cálculos por segundo.

En una declaración que ha conmocionado a la comunidad tecnológica y científica, Sam Altman, CEO de OpenAI y una de las voces más influyentes en el desarrollo de la inteligencia artificial, ha lanzado una advertencia contundente: la IA no es simplemente una herramienta más, sino una fuerza disruptiva que reconfigurará por completo el mundo en los próximos años.

LA GUERRA DE LOS GIGANTES DE IA: DEEPSEEK Y CHATGPT LIBRAN UNA BATALLA TECNOLÓGICA POR LA SUPREMACÍA
En lo que los expertos ya denominan “la Guerra Fría de la Inteligencia Artificial”, dos modelos emergen como superpotencias globales: DeepSeek, el prodigio chino especializado en precisión técnica, y ChatGPT, el versátil modelo occidental de OpenAI. Esta confrontación tecnológica está redefiniendo sectores estratégicos, desde la banca hasta la investigación médica, y The Intelligence desvela en exclusiva los datos clave de esta revolución.